He puesto en práctica estos conocimientos en muchas sesiones con bebés y madres; pero si me preguntas cuáles han sido para mí las más especiales, te diría sin duda que las que he hecho con mis hijos Curro y Pablo, y, desde que ha venido a darnos su alegría, con mi hija Lola. Ahora paso el tiempo retratándola a ella, y es tanto lo que disfrutamos, que sus dos hermanos, que ya no querían posar, se añaden a la fiesta.
E igual que no daría mucha confianza ver a un cocinero que no comiera su comida, yo, al contrario, comulgo con el ejemplo. Por eso me gustaría que mi trabajo pudiera hacerte sentir lo que yo he sentido y siento retratando a mis hijos.
Ellos me han enseñado: A reír por las pequeñas cosas, a tener paciencia y energía casi infinitas, a ser más flexible y más responsable, … y a leer en sus miradas.
Han llenado nuestra vida de risas y llantos, de rabietas y noches en vela, de besos y de “te quieros”.
Cuando miro sus fotos, me transportan al momento de cómo eran cuando los retraté, y eso nos hace viajar en el tiempo. Me gustaría que, con mis fotos, tú también pudieras disfrutar de esos momentos con las fotos de tu hijo.
Porque el tiempo pasa, pero se pueden recordar los momentos, y por ese motivo ha venido a este mundo nuestra hija Lola…, para aprender con ella la versión 2.0 de lo que sus hermanos nos enseñaron y volver a disfrutar con ella sabiendo lo que ahora sé.
Si tú quieres andar también este viaje, te espero en Curro Miñana estudio de fotografía infantil. !Para que esos momentos tan especiales con tu bebé no se pierdan!